Observar, experimentar, correr y caer, reír y llorar, ordenar, desordenar, compartir y discutir, comer, dormir, jugar…
Acompañamos a vuestros hijos respetando su desarrollo, sus propios ritmos, a su lado caminamos soltando poco a poco nuestras manos.
Porque más allá de los conocimientos están sus emociones, su seguridad, sentirse amados y escuchados.